Divulgación: Oclusión de la arteria central de la retina
Es un grave transtorno ocular que cursa con pérdida indolora de visión que se produce bruscamente, en segundos, en un solo ojo. En general la visión se ve limitada a la percepción de luz o contar dedos.
En la mayor parte de los casos se debe a una obstrucción vascular aguda debida a un émbolo cardíaco o carotídeo, pero existen otras causas como la arteritis de células gigantes, estados de hipercoagulabilidad, traumatismos, trombosis , etc.
En la exploración se aprecia palidez del polo posterior con la típica mancha “rojo cereza” sobre la mácula y segmentación de la columna sanguínea.
El cuadro es con frecuencia irreversible, pero es muy importante actuar con celeridad, realizando inmediatamente un masaje ocular o mejor una punción de la cámara anterior para bajar bruscamente la presión ocular y facilitar la progresión distal del émbolo.
Debe mantenerse baja la PIO con tratamiento farmacológico, y se debe descartar urgentemente la arteritis de células gigantes ya que si existe puede aparecer un cuadro similar en el otro ojo que debe prevenirse con altas dosis de corticoides. Habrá que descartar también la etiología embolígena realizando estudio cardíaco y carotídeo.
Además, debe realizarse un seguimiento oftalmológico ya que hasta en un 20% de los casos puede aparecer posteriormente neovascularización retiniana que precise panfotocoagulación con láser argón.
Fuente: Instituto de Oftalmología Avanzada
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